Undécimo día. Sto. Domingo de la Calzada-Belorado

Hoy, pese a haberme levantado como siempre a las 7'20, he salido de Santo Domingo a las 9, y he llegado a Belorado a las 3. Han sido 6 horas pra recorrer 20 Km. Media poco más de 3 Km./hora.

He tenido molestias en un tobillo. Además me han salido 2 ampollitas pequeñas pero que me están incordiando bastante.

El día fresco, nuboso al principio. Más tarde ratos de sol. En la segunda mitad han empezado a aparecer las molestias, y he tenido que caminar muy lento. Encima ha empezado a soplar un viento frío, que me ha obligado a utilizar los pertrechos de abrigo. Más tarde tarde, ya casi al final de la etapa, también a empezado a chispear.

Al principio del día, nada más salir del hotel, caminando por la calle Mayor de Santo Domingo, oigo un voz alta que grita: ¡¡ Valenciano!!. A esas horas, no había nadie por la calle, así es que la voz venía a por mí. Me giro, y era el italiano con el que estuve caminando y charlando hace varios días. Retrocedí unos metros para saludarle y después de hacer algunos comentarios, retomé la marcha. Él continuó su desayuno en el bar.

Un rato después, ya fuera de la población, vi dos personas en el camino. Un de ellas parecía tener algún problema en un pié, así es que me paré para ofrecer mi ayuda. No tenía nada serio, pero sí que sirvió para continuar el camino con ellos. Realmente no eran peregrinos. Eran dos amigos, vecinos de Santo Domingo que salían a caminar. Recorrían unos 10 kilómetros en cada salida.
Llegados a una bifurcación, la señal indicaba giro a la izquierda. Menos mal que iba con estos señores. Sabían que ese giro lo habían puesto por unas obras que ya estaban finalizadas, y no habían corregido la señalización. En vez de girar, seguimos recto encontrando nuevas señalizaciones más adelante. Me dijeron que nos habíamos ahorrado casi dos kilómetros.
Por fin he llegado a Belorado. Es un pequeño pueblo de unos 2000 habitantes.
La Casa Rural Verdeancho, es una pequeña casa rural muy acogedora.
El resto de las habitaciones, están ocupadas por un grupo de peregrinos austríacos, y concretamente del Tirol.
He comido un bocadillo en la misma casa rural. Por la tarde he ido a dar una vuelta por el pueblo.
Estaban celebrando el "mayo". Se trata de plantar un árbol de gran tamaño, y lo tienen en la plaza del pueblo durante el mes de mayo.
Es una costrumbre similar a las "cruces de mayo" que se ponen en Valencia.

Casa Rural Verdeancho

Enlaces de interés:

http://es.wikipedia.org/wiki/Belorado

Décimo día. Nájera-Santo Domingo de la Calzada

Como todos los días, hoy también está bastante nublado. Las previsiones dicen que lloverá por la tarde.
Allá a las 12 ha empezado a chispear pero muy poco. No sabía qué hacer si sacar la cámara o guardarla en la mochila. El tiempo muy raro. También ha habido un rato que ha salido un poco el sol, y he pasado calor. Me he tenido que quitar la chaqueta. Por lo demás, una etapa sin ninguna novedad salvo la rutina del camino y de los paisajes. Siempre se repiten las extensas plantaciones de vid y de trigo.
Pero como siempre hay algún punto negativo, destacar que durante 5 ó 6 kilómetros he cruzado un barrizal interminable. Pasos cortos y despegando los pies de la tierra a cada paso.
Hasta ahora es el tramo del camino que he visto más desatendido, en cuanto al mantenimiento en sí del propio camino, así como en las señalizaciones muchas veces muy escasas.

Dejando atrás Nájera

Viñedos

En la imagen superior no se distingue, pero en la parte de arriba donde se veun cuadro blanco, hay un gallo y una gallina blancos, y vivos, en recuerdo de un milagro que se dice se produjo allí.

Sepulcro de Santo Domingo

Vista del campanario

El milagro del peregrino ahorcado
El milagro más famoso, de hecho, uno de los más populares de toda la Europa medieval, es la célebre historia de una familia alemana que caminaba hacia Compostela. Al pasar por Santo Domingo se alojaron en un mesón donde la moza de la casa sintió una fuerte atracción por el hijo de la familia y se lo hizo saber. Pero el joven resistió los avances de la moza y ésta, humillada y rencorosa, escondió un vaso de plata en el zurrón del peregrino. En cuanto salieron los peregrinos a continuar su camino, ella le acusó de haberle robado el vaso.
Los oficiales de la ciudad prendieron y ahorcaron al romero. Los tristes padres siguieron su romería y, de regreso de Compostela, descubrieron que su hijo seguía vivo en la horca, milagrosamente sostenido y protegido por Santo Domingo. Fueron a decírselo al juez del pueblo, que en aquel momento estaba en la mesa a punto de comer un plato de pollo. Al oír lo que le afirmaban los padres, replicó con ironía: "Esta historia es tan verdadera como que este gallo y esta gallina van a levantarse del plato y cantar." Así lo hicieron las aves, ante el asombro de todos.

Por eso se decía: " Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada"

Enlaces de interés :

http://www.arteguias.com/catedral/santodomingocalzada.htm

Noveno día. Logroño-Nájera

Después de un buen desayuno en el hotel, empiezo a caminar a través de Logroño, siguiendo las indicaciones del camino.

El día está nuboso y hace fresco. Son las ocho de la mañana. Al cabo de un rato empieza a chispear intermitentemente y me pongo la capa impermeable. La cámara de fotos hoy ni la he sacado de la mochila porque me temía lo peor. Y he acertado. Serían las 10´30 ó las 11 ha empezado a llover con ganas. El viento frío y de cara ha hecho que me fuera mojando el pantalón desde casi la cintura. Los zapatos al final de la etapa los tenía llenos de agua.

Día para la historia. Lo único que ha merecido la pena es que por el camino he ido hablando un rato con un peregrino que llevaba un perro golden retriever blanco, con sus correspondientes mochilas. Me ha comentado que está teniendo problemas, ya que en muy pocos sitios admiten mascotas. Hubo un día que tuvo que dormir con el perro en una tienda de camping. El perro también parece que ha tenido algún problema, pero se va adaptando a las caminatas.

Más adelante, una pareja a caballo. Los peregrinos a pié. Un caballo con las mochilas y el otro a pelo.
Me han adelantado porque los caballos tienen un paso mucho más rápido, y los peregrinos parece que tienen que seguirles el paso. Luego, les he alcanzado. Estaban descansando y los caballos pastando.
Aconsejado por la recepcionista del hotel, he ido a comer a un restaurante cercano. Como siempre, ofrecen el menú del peregrino, con varios platos a elegir. Hoy he comido raviolis con tomate, pechuga de pollo empanada, y tarta de chocolate.
Después de comer,  he intentado comprar un pantalón chubasquero, pero en la única tienda de deportes del pueblo sólo tenían tallas pequeñas. Tampoco tenían polainas. Por si fuera poco el pueblo está de fiestas. Está todo cerrado menos los bares. He tenido la suerte de que el dueño de la tienda de al lado de la de deportes, estaba abierta por ser de alimentación, y al preguntarle, ha llamado a su mujer que es la propietaria.
He aprovechado para hacer algunas fotos.

Calle de Nájera

Cigüeña en su nido

Vista del campanario

He regresado al hotel, que está en el mismo centro histórico del pueblo, para descansar un poco.
A las 8 de la tarde, he oido jaleo en la calle, y he salido a dar una vuelta.
Son las fiestas de San Prudencio. Las calles se han llenado de gente y de pasacalles.

Calle Mayor de Nájera

Preparando el escenario para la verbena

La calle mayor, llena de gente

La misma calle mayor

Habitación del hotel

Baño

Octavo día. Descanso en Logroño

Son las 8`20. Acabo de desayunar en el hotel. Es un poco temprano, pero voy a salir a dar una vuelta, haciendo tiempo para ir a visitar la bodega.

Vista del Ebro a su paso por Logroño

Homenaje al peregrino

En la misma plaza donde está el hotel, está la oficina de turismo de Logroño. Me han informado de algunos sitios que puedo visitar. Casi todo iglesias, y el museo de la ciencia, que iré a visitar esta tarde.

Dado que la bodega está a las afueras de la ciudad, he cogido el autobús, y en unos 25 minutos he llegado. En ese momento no había mas visitantes, así es que me han enseñado la bodega a mí sólo.
Se trata más bien de una bodega-museo, con obras escultóricas y pictóricas todas relacionadas con el vino, y que fueron donadas a la bodega por el artista riojano Miguel A. Saínz (1955-2002).

Vidriera



Prensa antigüa

Sala de barricas de roble

Más tarde se han incorporado una pareja de estudiantes de EE.UU. que están estudiando en Burgos.
Por último nos han ofrecido una cata de vino de la bodega.
Ya por la tarde, me he acercado a visitar el museo de la ciencia. No sé por qué le llaman así. Muy, muy flojito. Consta de tres salas. La primera está dedicada a los bomberos de la ciudad. La segunda es una exposición de fotografías de aves. La tercera sala exponía unos cuadros que no sé si llamar "de arte moderno".

Vista del Ebro